Se dice que la voz y la mirada son las dos cosas que se heredan del alma... quizás sea cierto...
No podré verte, pero al escucharme ten la seguridad que mi alma te habla; ésta la misma que he tenido desde antes de llegar a tierra, desde antes de nacer: la misma voz que tengo mi madre me dio a luz.
Mi pasión no es posible sin medios. Aire, artefactos y el oído de otros que como yo queremos dejar que nuestros sentidos se exciten según su naturaleza. Voz es a al hablar como el Sonido a escuchar.Separo mis labios: me tiemblan las manos, las rodillas, todo mi cuerpo se aguza. Me da miedo. Digo la primera palabra, la segunda y la tercera. Estallan dentro de mí granadas fragmentarias de endorfinas y mi cuerpo se relaja, me siento fuera de mí o más dentro, no sé.
Mi pasión es una, indivisible; tengo una boca, una voz: cientos de matices brotan. No puedes comer mi voz, aún así puede ser dulce o amarga; no puedes beberla pero si percibirla como refrescante, o como algo que te deja sediento ¿será que las palabras son saldas?.
Mi soledad, tan típica deja de ser tal cosa. Es compañía con seres vivos lejanos. Tan míos, yo tan suyo: tan nuestros nosotros. Audiencia. Parecidos en nuestras querencias, en alegrías y con alguna que otra cosa que tememos decir. Sin mi audiencia, soy como una flor cortada, en ellos un injerto de atención. A veces soy el más cercano de sus compañeros.
Lo único que puedo decirles es que me place simplemente hablar, hacerlo de formas distintas, me place ser LOCUTOR.
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